Robinson pronto se presentó al “Centro Médico Truman” como un filántropo que quería ayudar a madres solteras jóvenes y a sus bebés proporcionándoles vivienda y consejería laboral. En 1985, Robinson, usando el nombre de “John Osborne”, se acercó a la joven de 19 años de edad Lisa Stasi, quien acababa de dar a luz a una niña llamada Tiffany.
Durante una semana, Lisa se quedó en un albergue pagado por Robinson, y fue a Chicago para capacitación. Firmó cuatro hojas en blanco y dio la dirección de sus familiares, quienes recibieron dos cartas poco después de haber desaparecido. Las palabras no parecían ser de Lisa y estaban escritas con una máquina de escribir, algo que Lisa no sabía hacer de acuerdo con sus parientes. Cuando se le preguntó a Robinson dónde estaba Lisa, él afirmó que había huído a Colorado con un tipo llamado “Bill”.
Parecía que todas las mujeres querían escapar y desaparecer. Lisa no fue la primera o la última persona que desapareció después de tener contacto con Robinson.
Durante años, el hermano y la cuñada de Robinson, Don y Helen Robinson, deseaban adoptar un bebé y estaban en el tedioso proceso de llenar el papeleo necesario para la adopción. De la nada, el mismo día en que Lisa había “huído”, Robinson les ofreció adoptar una niña cuya madre aparentemente había cometido un suicidio. La familia se llenó de alegría y pagó $5,500 dólares en efectivo por el papeleo que pensaban que eran documentos de adopción legal.
Los nuevos padres nombraron a la bebé Heather, sin saber que Heather ya tenía un nombre, Tiffany Stasi. Robinson acababa de vender a la hija de una víctima a su hermano y a su cuñada.
En 1987, Catherine Clampitt, de 27 años, dejó a su hijo con sus padres en Wichita Falls, Texas y se mudó a Kansas City para encontrar trabajo. Fue contratada por Robinson, quien supuestamente le prometió extensos viajes y un nuevo vestuario. Ella desapareció en junio de ese año. Su caso de personas desaparecidas permanece abierto.
En ese mismo año, Robinson fue a prisión por una condena de robo y no fue puesto en libertad hasta 1993. Después de su liberación, Robinson descubrió la Internet, que le dio acceso a todo tipo de salas de chat y páginas de contacto relacionadas con el sexo sadomasoquista conocido como BDSM (en inglés “Bondage and Discipline, Sadism and Masochism”). Usando el apodo de “Slavemaster”, utilizó la tecnología para tener acceso a muchas de sus víctimas que lo llevaron a ser el primer asesino serial en usar la Internet para cazar a sus víctimas.
Mientras tanto, su esposa apoyó a la familia tomando un trabajo como la encargada del parque de casas rodantes al que la familia había sido forzada a mudarse luego de perder su hogar suburbano. La primera víctima de Robinson durante este período fue Beverly Bonner, una bibliotecaria de la prisión, a quien Robinson sedujo y convenció para dejar a su marido. Después de su divorcio, Robinson la llevó a mudarse a Olathe, prometiendo darle un trabajo en una de sus empresas ficticias. Ella desapareció casi inmediatamente, pero no antes de firmar sus cheques de pensión a Robinson. Robinson siguió cobrando los cheques de Bonner y, cuando fue interrogado por el ex marido de ésta, Robinson dijo que se había mudado a Australia.
