Liberado de prisión durante el apogeo de la Gran Guerra, Earle se alistó en el ejército pero pasó buena parte de su período en un hospital psiquiátrico naval, donde fue diagnosticado como un psicópata constitucional.
Dado de baja en 1919, Nelson, de veintidós años, consiguió un empleo como conserje del hospital y pronto se enamoró de una solterona de cincuenta y ocho años llamada Mary Martin, que extrañamente se parecía a su abuela. En poco tiempo, esta extraña pareja se había casado. La nueva señora Nelson se encontraba viviendo con un loco que continuamente la acusaba de infidelidad cuando no estaba despotricando acerca de la Gran Bestia del Libro del Apocalipsis o proclamando que él mismo era Jesucristo. Poco después de que Earle la violara en la cama de un hospital mientras ella se recuperaba de una enfermedad grave, Mary decidió abandonarlo. Un año después, atacó a una niña de doce años en el sótano de un edificio de apartamentos y aterrizó de regreso al hospital psiquiátrico.
Fue dado de baja en junio de 1925. Menos de un año después, se embarcó en la masacre que lo convertiría en el asesino en serie más temido y prolífico de su época.
El 20 de febrero de 1926, apareció en el umbral de la puerta de la Sra. Clara Newman, una solterona de sesenta años que dirigía una pensión en San Francisco. Había un cartel de vacante en la ventana de su fachada. Nelson, explicando que estaba buscando un lugar para quedarse, pidió ver la habitación disponible. Una vez que tuvo sola a la casera, la estranguló con sus manos desnudas, y luego violó su cadáver.
Nelson era listo, a menudo estudiaba su vieja Biblia, usándola para desarmar a sus víctimas, ya que no sentían ningún peligro de un hombre que llevaba una copia del Buen Libro a dondequiera que iba. Otros dicen que su fé era sincera, que estaba obsesionado con la Biblia y que tendía a dar sermones no solicitados a otros. También tenía problemas con la bebida. Probablemente era alcohólico, ya que a la edad de quince años comenzó a beber en grandes cantidades, a menudo desapareciendo por días enteros.
Durante los siguientes meses, Nelson recorrió la Costa Oeste, desde San Francisco hasta Seattle y de regreso, en una monstruosa juerga de asesinatos y caos sexual. Diez mujeres más murieron en sus manos entre febrero y noviembre de 1926. Todas sus víctimas eran caseras. Todas fueron estranguladas, luego violadas después de la muerte. Varios de los cadáveres se dejaron metidos en espacios pequeños, dentro de un baúl, detrás del horno del sótano, etc. Por ahora, la prensa había apodado al desconocido maníaco como “El Estrangulador Oscuro” y se lanzó una persecución masiva a lo largo de la Costa Oeste.
Nelson se mudó al interior. El 2 de diciembre, asesinó a la Sra. Elizabeth Brerard, de cuarenta y nueve años, de Council Bluffs, Iowa. El 27 de diciembre, estranguló a Bonnie Pace, de veintitrés años, de Kansas City, Missouri. Al día siguiente, mató a otra mujer de Kansas City, Germania Harpin, de veintiocho años. También asfixió hasta la muerte al hijo de ocho meses de la Sra. Harpin al meter un trapo en la garganta del bebé.
