Imagina la presión de ser un detective en la búsqueda de un asesino en serie enloquecido. Sabes que es sólo cuestión de tiempo antes de que el asesino vuelva a atacar y se reclamen más vidas inocentes. Estás trabajando todo el día; juntando ciertas pistas, declaraciones de testigos y evidencia de la escena del crimen. Entonces, este asesino serial finalmente comete un descuido, podría ser el error más pequeño, pero finalmente has atrapado a tu sospechoso. Esto ha sido una realidad para muchos detectives a lo largo de los años, ya que han sido testigos directos de que incluso los humanos más calculadores aún son capaces de cometer graves errores.
Antes de tener el análisis de ADN, sangre y fibras, o los estudios de balística; el juego del gato y el ratón era mucho más complicado. Estas siguientes cacerías humanas terminaron porque estos asesinos simplemente no eran tan inteligentes como a ellos les gustaría pensar.
1.- Dennis Rader creía que un disco flexible no podía ser rastreado hacia él
Entre los años de 1974 y 1991, Dennis Rader, alias “El Asesino BTK”, estaba prófugo. Él quitó la vida de diez personas en el condado de Sedgwick, en Kansas. La policía de Wichita intentó perseguir al “Asesino BTK” durante años y el asesino manipulador a menudo enviaba cartas burlonas con detalles de sus crímenes.
Entonces “BTK” preguntó a los policías que si enviaba un disquete, ¿podrían rastrearlo? Cuando la policía le avisó que no lo harían, “El Asesino BTK” envió el disco y este fue inmediatamente rastreado hacia él. El juego del gato y el ratón con la policía finalmente había llegado a su fin en el 2005. El teniente de policía Ken Landwehr reveló: “El que enviara ese disco es lo que resolvió el caso. Si sólo hubiese dejado de matar y hubiese mantenido la boca cerrada, es posible que nunca hayamos unido los puntos”.
2.- Ted Bundy no pudo detenerse para una parada de tráfico rutinaria
A través de su buena apariencia y de su carisma, Ted Bundy fue capaz de atraer a sus víctimas hacia la muerte. En 1975, Bundy conducía su Volkswagen Beetle a través de los suburbios en Salt Lake City durante las primeras horas de la mañana cuando un oficial de patrulla le indicó que se detuviera para una parada de tráfico rutinaria. Presa del pánico, Bundy aceleró. A pesar de que ya había asesinado a más de 30 mujeres en cuatro estados diferentes, Ted Bundy no era buscado por crimen alguno y de haber detenido el automóvil cuando se le pidió, simplemente lo habrían enviado a seguir su camino.
En cambio, cuando el oficial finalmente logró detener el auto, comenzó a sospechar por qué el asiento del lado del pasajero había sido removido por completo. (Más tarde se descubrió que Ted Bundy colocaba ahí a sus víctimas para que no fueran vistas). Dentro del automóvil, el oficial también encontró una barreta, una caja grande de bolsas de basura, un picahielos, una linterna, un par de guantes, sábanas rotas, un pasamontañas tejido, un par de esposas y una máscara hecha de pantimedias. El oficial acababa de atrapar a uno de los asesinos en serie más peligrosos que jamás haya existido.
3.- Luis Alfredo Garavito dejó caer sus lentes en una fosa clandestina
Luis Alfredo Garavito cobró la vida de al menos 138 víctimas, sin embargo, se cree que el recuento real de sus víctimas podría ser de hasta 400. El asesino serial nacido en Colombia apuntaba a víctimas masculinas de entre seis y dieciséis años, sin hogar, campesinos o huérfanos. Se ganaba su confianza prometiéndoles trabajos temporales a cambio de dinero o pequeños obsequios. Una vez que los chicos jóvenes y vulnerables eran engañados, eran sometidos a torturas prolongadas y finalmente asesinados.
