Psicópata y sociópata son populares términos de la psicología para describir monstruos violentos nacidos de nuestras peores pesadillas. Pensemos en Hannibal Lecter de “El Silencio de los Inocentes” (1991), Norman Bates de “Psicosis” (1960) y Annie Wilkes de “Misery” (1990). Al hacer famosos a estos personajes, la cultura popular también ha hecho que las palabras usadas para describirlos permanzcan en nuestra conciencia colectiva.
La mayoría de nosotros, afortunadamente, quizá nunca conocerá a un Hannibal Lecter, pero los psicópatas y sociópatas sí existen. Y se ocultan entre nosotros. A veces como las personas más exitosas en la sociedad porque a menudo son despiadadas, insensibles y superficialmente encantadoras, mientras que tienen poco o ningún respeto por los sentimientos o necesidades de los demás.
“Sociópata” es un término que las personas usan, a menudo de manera arbitraria, para describir a alguien que aparentemente no tiene conciencia. En la mayoría de los casos, es una descripción lanzada con ligereza para etiquetar a alguien como lleno de odio o detestable. Lo mismo se aplica al término “psicópata”, que para muchos sugiere que es un sociópata pero simplemente más peligroso.
Ambas no son sólo descripciones inexactas, sino problemáticas. Incluso muchos psicólogos forenses, psiquiatras y criminólogos usan los términos sociopatía y psicopatía indistintamente. Los mayores expertos no están de acuerdo sobre si hay diferencias significativas entre las dos condiciones. Si bien es cierto que hay algunas similitudes generales, también hay distinciones claras y significativas entre estos dos tipos de personalidad.
Desde una perspectiva clínica, las personas que son sociópatas o psicópatas son aquellas que exhiben las características del Trastorno Antisocial de la Personalidad (APD, por sus siglas en inglés). La quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), publicado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría en el 2013, enumera a la sociopatía y a la psicopatía bajo el título de Trastornos Antisociales de la Personalidad (ASPD por sus siglas en inglés). Estos trastornos comparten muchos rasgos comunes de comportamiento que conducen a la confusión entre ellos. Los psicópatas y los sociópatas comparten una serie de características, entre ellas la falta de remordimiento o empatía por los demás, la falta de culpa o la capacidad de asumir la responsabilidad de sus acciones, la indiferencia hacia las leyes o las convenciones sociales y la inclinación a la violencia. Una característica central de ambos es una naturaleza engañosa y manipuladora. En ambos casos, algunos signos o síntomas casi siempre están presentes antes de los 15 años. Para cuando una persona es adulta, ya están en camino de convertirse en psicópatas o sociópatas. Pero, ¿cómo podemos distinguirlos?
Pistas a un psicópata o sociópata en la infancia
Las pistas para la psicopatía y la sociopatía generalmente están disponibles en la infancia. La mayoría de las personas que luego pueden ser diagnosticadas con psicopatía o sociopatía han tenido un patrón de conducta en el que violan los derechos básicos o la seguridad de los demás. Con frecuencia también rompen las reglas (o incluso las leyes) y las normas sociales cuando niños.
