4 oscuros poemas escritos por David Berkowitz “El Hijo de Sam”

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En este artículo podrás leer 4 poemas escritos por David Berkowitz, mejor conocido como “El Hijo de Sam”, desde la prisión. David Berkowitz (nacido el 1 de junio de 1953) es un asesino serial estadounidense, conocido como “El Hijo de Sam” o “El Asesino del Calibre .44”. Berkowitz cometía sus crímenes disparando a sus víctimas con un revólver Charter Arms Bulldog, causándoles la muerte a seis de ellas.

Los 4 poemas están fechados entre 1988 y 1989, y se componen de pensamientos algo oscuros. El cuarto poema, “The White Death Stick” fue escrito el 20 de agosto de 1988 mientras le obligaban a ahogarse con el humo de un cigarrillo.

Nota: La traducción fue hecha por Asesinos Seriales TV lo mejor posible tomando en cuenta que se tradujeron de transcripciones de documentos, unos escritos a máquina, y otros escritos a mano, en ambos casos, por David Berkowitz. Además de que con la traducción al español se pierden las rimas y de antemano los poemas están escritos de una manera muy peculiar.


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They meet at night

They meet at night
When the world is dark
And the owl stalks its prey
They meet at night
To seek the voice
Of the Prince who hates the Day
While saints sleep,
The black cats creep
Scent of blood everywhere
Music sensuous
Bodies dancing
Virgins in despair
Then at sunrise
Saints awaken
No trace of darkness anywhere

September 8, 1988

Ellos se encuentran de noche

Ellos se encuentran de noche
Cuando el mundo es oscuro
Y el búho acecha a su presa
Ellos se encuentran de noche
Para buscar la voz
Del príncipe que odia el día
Mientras los santos duermen,
Los gatos negros se deslizan
Olor a sangre por todos lados
Música sensual
Cuerpos bailando
Vírgenes en la desesperación
Entonces al amanecer
Los santos despiertan
Ningún rastro de oscuridad en ningún lado

Septiembre 8, 1988

Hace unos años, de noche y desde la oscuridad de la calle, una voz me pidió ayuda con su cerradura. Sin detenerme ni por 3 segundos, le dije: "Perdóneme, pero ya me esperan". Me alejé rápidamente pensando: "Gracias, Ted Bundy".

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