Los asesinos seriales no son solamente un fenómeno estadounidense. Hay muchos asesinos en serie en otros países, como Ahmad Suradji, un asesino indonesio. Suradji, también conocido como “el Asesino de la Magia Negra”, “Nasib Kelewang” o “Dutak Maringgi”, tenía un modus operandi extraño y una motivación insana. Mataba a sus víctimas para ganar más poder espiritual, ya que él creía que era un chamán. Él era un asesino ritualista y tenía un patrón muy específico en sus asesinatos. Él creía que esta matanza ritual mejoraría sus habilidades y esto condujo a la creación de su apodo antes mencionado.
Suradji nació en 1949, y comenzó su matanza casi 40 años después, en 1986. Durante los siguientes 11 años, mató a más de 40 mujeres. Fue ejecutado por el gobierno indonesio en el 2008.
La mayoría de los asesinos seriales tienen un trabajo diario. Por ejemplo, John Wayne Gacy era dueño de un negocio de construcción y mantenimiento. Las cosas eran un poco diferentes en Indonesia, donde Ahmad Suradji trabajaba como criador de ganado. Su profesión requería un poco de terreno abierto, lo que le proporcionó un lugar para enterrar a sus víctimas.
Antes de descubrir que era un asesino serial, los vecinos de Ahmad Suradji lo respetaban. Él ofrecía su ayuda cuando fuese necesario, sobre todo si la persona que lo necesitaba estaba enferma. También daba dinero a causas caritativas. Estas actividades ostensiblemente altruistas en última instancia le ayudaron a ser recomendado a cualquiera que buscara servicios de curación mágica.
Ahmad Suradji afirmaba ser un tipo de curador espiritual llamado “dutak”. Técnicamente, el gobierno indonesio sólo reconoce seis religiones diferentes (incluyendo el Islam y el Cristianismo), pero algunas personas que viven allí también creen en la magia y en varias prácticas curativas. Suradji era un chamán que, según creía la gente, podía hacer a las mujeres más bellas y ayudarlas a enriquecerse o a encontrar un novio fiel, gracias a sus “poderes mágicos”.
Ahmad Suradji comenzó su matanza en 1986, después de que su padre muerto viniera a él en un sueño con un mensaje importante. Si Suradji mataba a 70 mujeres, se haría aún más poderoso y sería capaz de realizar actos de magia más fuertes. También se convertiría en un curador místico. Sin embargo, Suradji fracasó en su objetivo, y “sólo” mató a 42 víctimas. Aunque podrían haber otras mujeres aún no contadas. Después de su captura, la policía local puso un aviso, pidiendo a la gente que se presentara con los nombres de las mujeres desaparecidas en la zona. Esto agregó 80 personas adicionales a su lista de posibles víctimas.
Debido a sus poderes chamánicos, Ahmad Suradji rara vez tuvo que salir y encontrar víctimas. La mayoría de ellas acudían a él para ayudarles a mejorar sus vidas. Se corrió la voz alrededor de su aldea – y pueblos cercanos – de sus poderes curativos, por lo que las mujeres venían de todas partes para recibir su ayuda.
Como parte de su ritual mágico de curación (que rápidamente descubrieron que era únicamente para su propio beneficio), sus víctimas lo ayudaron cavando sus propias tumbas. A continuación, cubría a las mujeres con tierra hasta la cintura como parte de su “curación”, y luego las estrangulaba hasta la muerte una vez que eran inmovilizadas. Cuando Suradji pasó por un período de sequía y no tuvo “clientes” que acudieran a él, según se informa, salió y recogió prostitutas para matar a fin de cumplir con su cuota.
